martes, 29 de abril de 2025 - Centro Cultural Guijuelo (Salamanca)

II Jornada Técnica de Porcino Ibérico

La inteligencia artificial en la mejora del porcino en España

#JornadaPorcino

II Jornada Técnica de Porcino

Ibérico 5.0: casos de éxito en la implantación de tecnología

Redacción Interempresas09/07/2025
La segunda mesa redonda de la II Jornada Técnica de Porcino en Guijuelo trató los casos de éxito en el sector ibérico con la implantación de tecnología. Participaron Amparo Merino, veterinaria de Copasa; Manuel González, director técnico de la Asociación Interprofesional del Porcino Ibérico (Asici); y Erika Alemán Rando, veterinaria especialista en porcino. El periodista Víctor Molano fue el moderador. A continuación, se recogen algunas de las opiniones expresadas por los participantes en la mesa redonda.
De izquierda a derecha: Amparo Merino, Erika Alemán Rando, Manuel González y Víctor Molano
De izquierda a derecha: Amparo Merino, Erika Alemán Rando, Manuel González y Víctor Molano.

Amparo Merino

El sector porcino ibérico ha tenido una evolución muy significativa en los últimos años, respecto a la implantación de tecnología. En primer lugar, evolucionó el porcino blanco, con la inseminación de las cerdas, la toma de datos, la realización de ecografías, el cuidado de los lechones… Se ha evolucionado, aunque no tanto como otros sectores. Se han sabido adaptar las instalaciones y las circunstancias a la producción de ibérico.

El sector ibérico sigue siendo familiar, con explotaciones medianas que se sostienen con una fábrica de transformación, pero invertir en tecnología en una gran empresa es mucho más sencillo que en una familiar. Además, hay productores que intentan no invertir, ya que no tienen asegurado el relevo generacional. De hecho, se están vendiendo licencias a grandes empresas porque no se puede asumir la modernización de las granjas.

La información y los datos facilitan la mejora de las explotaciones. Los costes de producción están aumentando, por lo que se tienen que disminuir si se quiere ser eficiente. Se debe invertir en sistemas de alimentación que eviten el desperdicio, dar la ración adecuada al animal en función de la edad, el peso y el estado sanitario, en genética, en sistemas de monitorización ambiental para favorecer el bienestar animal, que favorece los índices de producción en la granja.

En las granjas existe un problema serio con la mano de obra. Se debe implantar tecnología porque el personal que va a trabajar a una granja es como si fuera a trabajar a una oficina. Se debe invertir en la higiene de las instalaciones para que el trabajador se sienta cómodo en la granja.

La alimentación es el mayor coste de producción en una explotación. Si se puede realizar una alimentación de precisión con una cerda en parto, habrá un mayor pico de producción de leche y habrá un mayor peso de lechones al destete, se reducirán los problemas de diarrea en transición… Hay sistemas de alimentación que se realizan con dos líneas de piensos, una más energética y otra más fibrosa, y se puede decidir el porcentaje de pienso que se va a dar a cada animal. De esa forma, también se consigue reducir el desperdicio.

La inteligencia artificial debe ayudar al ganadero a reducir la carga laboral en las explotaciones. También puede ayudar en la certificación del producto para evitar fraudes. Las granjas que no puedan invertir en inteligencia artificial están condenadas a desaparecer.

Manuel González

El ibérico ha tenido una transformación sorprendente en los últimos veinte años. El problema es que esa evolución ha sido asimétrica del alcance de la tecnología, el desarrollo y su gestión. El ibérico es un sector que avanza a dos velocidades, con una parte que va muy rápida y otra que no adquiere la velocidad suficiente para seguir el paso. Se trata de un reto para todos los agentes del sector, ya que se debe reducir esa asimetría en la implantación de la tecnología a los diferentes niveles. Esas diferencias no benefician, sobre todo con el impulso que se tiene de comercialización exterior.

Entiendo que se está construyendo sector con el perfil de una única realidad, cuando en el ibérico tenemos, al menos, dos velocidades. Cuando seamos conscientes, podremos cubrir las necesidades de cada granja. No es malo que haya dos realidades, sino que una y otra no sepan dónde están y que se necesitan ambas para que las dos partes vayan avanzando y no haya tensiones sectoriales.

Uno de los retos que tiene el sector es la caracterización de los purines, que tendría grandes ventajas a la hora de su venta.

La inteligencia artificial puede tener una fuerte implantación en aspectos como la alimentación en las granjas de porcino. Pero la digitalización permitirá avanzar en aspectos como sanidad, manejo, instalaciones… La inteligencia artificial puede ser un salto vertiginoso para facilitar aspectos como la burocracia y las gestiones realizadas con la administración, analizar los millones de datos que se tienen en el sistema Ítaca para mejorar la gestión de las producciones o poner en valor la labor de los productores en la comercialización del producto final a los consumidores. Además, la utilización de la inteligencia artificial puede suponer un aspecto positivo para facilitar el relevo generacional.

El futuro del ibérico parte del reto de superar la asimetría en el sector con la implantación de la tecnología a través de un carácter multidisciplinar. Se han abierto mercados y líneas de comercialización que son esperanzadores para el futuro.

Erika Alemán Rando

El sector porcino ibérico cuenta con explotaciones que trabajan de una forma moderna con sistemas informáticos de recogida de datos y de análisis, pero todavía hay pequeñas granjas que siguen teniendo todos los datos en una libreta, pero cada vez es más minoritario.

Si una explotación quiere trabajar con tecnología, lo prioritario es la identificación individual de cada cerda, una buena base de datos para registrar datos productivos (fertilidad, cubriciones, partos, nacidos vivos, nacidos totales…) para poder ver cómo está la granja y saber a dónde se puede llegar. A partir de ahí, llegaría el resto de la tecnología, como la alimentación automática o los sensores de ventilación en las instalaciones. De esa forma, se podría implantar un buen sistema de bandas, organizar los lotes, realizar ecografías… Una vez que se tienen los datos, lo primordial es analizar esos datos y observar los puntos de mejora.

Hay sistemas de inteligencia artificial que se están implantado en las parideras y en los sistemas de cebo. En función del consumo de pienso, el peso y otras cuestiones… se va adaptando el pienso. Facilita la mano de obra y reduce el desperdicio de pienso. También existen ya sistemas en cerdo blanco que, en función de la raza y de unos parámetros como la longitud del lomo o el dorso del animal, indican el peso de cada animal para poder programar de forma adecuada la alimentación y las cargas. También se han hecho pruebas en ibérico de registrar toses de los animales, que registran sistemas de alarma y facilita el manejo sanitario para los productores y los veterinarios, actuando antes y con una menor utilización de antibióticos.

El futuro está marcado por la implantación de la digitalización, ya que será indispensable para la rentabilidad de las empresas ganaderas. Es cierto que en el sector ibérico hay mucha diferenciación entre explotaciones, pero todas ellas deben apostar por la tecnología para que la producción sea rentable.

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