Los retos de la sostenibilidad en el ganado porcino
La primera de las mesas redondas celebradas en la II Jornada Técnica de Porcino en Guijuelo versó sobre la normativa de sostenibilidad que tiene el ganado porcino ibérico. Participaron José Vicente Ronda, director general de la Asociación Española para la Valorización de Envases (AEVAE), con una intervención grabada en vídeo; Javier Llamazares García, ganadero, veterinario y presidente de la Asociación de Veterinarios de Porcino de Castilla y León (Aveporcyl); Odón Sobrino, jefe de Área de Gestión Ambiental de la Subdirección General de Medios de Producción Ganadera del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA); y Jesús García Sierra, gerente de Ibericogen y socio de Asacriber. El periodista Víctor Molano fue el moderador. A continuación, se recogen algunas de las impresiones de los participantes en la mesa redonda.

Javier Llamazares García
La legislación medioambiental es demasiado exigente. Se está llegando a niveles de un exceso de legislación, lo que provoca que el sector sea cada vez menos competitivo ante rivales como Estados Unidos o países de América del Sur, que no están obligados a cumplir la normativa europea en aspectos como el bienestar animal o la normativa de medicamentos.
El sector cada vez es más sostenible, ya que se está mejorando en eficiencia de la alimentación con mayores índices de conversión, disminuye el consumo de agua, se mejora la gestión de los purines… La burocracia es tediosa para los ganaderos y las pequeñas explotaciones están obligadas a acudir a gestores externos que les faciliten esa labor.
El ganadero que es agricultor sabe utilizar mucho mejor el purín, ya que conoce sus beneficios. Sin embargo, el agricultor no quiere utilizar purín, ya que en ocasiones está demonizado, no quiere complicaciones y prefiere utilizar el nitrato y el abono químico.
El sector porcino ibérico es sostenible, ya que tiene una imagen positiva en el consumidor, ya que se asocia todo el ibérico con una producción extensiva en dehesas alimentado por bellotas. Tiene mejor percepción de la sociedad.
Por otra parte, la normativa sobre medicamentos veterinarios ha tenido ahora una pequeña revolución de protestas cuando los veterinarios de animales de compañía han tenido que utilizar el sistema Presvet, cuando desde el sector porcino y cunícola se lanzaron recursos que fueron desestimados. Creemos que la normativa menosprecia la labor de los veterinarios. Se debe valorar el criterio técnico, porque para eso es sanitario y ha realizado una carrera superior. Tener una categorización obligatoria de los antibióticos es una imposición que además no figura en la legislación europea. En el sector veterinario, hemos demostrado con el Plan Reduce y con el uso prudente de antibióticos que hemos avanzado, ya que España ha sido el país de Europa que más ha reducido el uso de antibióticos. Pedimos que la categorización sea una recomendación y que el criterio veterinario prime sobre las pruebas laboratoriales. Los datos de mortalidad en porcino se han duplicado, asumiendo niveles de mortalidad del 15% en algunas fases de producción.
Odón Sobrino
El sector ganadero, como sector industrial avanzado que es, debe cumplir una serie de normativas medioambientales. Por ejemplo, no se puede concebir que se elimine en cualquier sitio el purín, que no se trata de un contaminante, sino de un subproducto de alto valor fertilizante, que es algo que debe valorizarse.
Las normativas medioambientales van a aumentar sus exigencias en el futuro. Se ha modificado la Directiva de emisiones industriales, que incluye en los requisitos medioambientales a algunas granjas que anteriormente no estaban incluidas. Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), intentamos que esa serie de normas sean lo más llevadero posible para el sector. Por ejemplo, el desarrollo de la herramienta Ecogan permite no tener que utilizar papeles ni tener que guardarlos durante cinco años, y que además la información que se está registrando se puede utilizar y sea beneficiosa para los ganaderos.
El nitrógeno que se pierde supone más de 300 millones de euros en equivalentes de nitrógeno. Si se consiguiera valorizar, se estaría en muy buena situación. Si el sector fuera capaz de utilizar bien el nitrógeno y el fósforo de las explotaciones de porcino, no haría falta bajar la cantidad de nitratos que se incorporan al terreno.
La sostenibilidad medioambiental de las explotaciones depende del tipo de explotación. No se tenía una herramienta en el que se pudieran medir los aspectos medioambientales de los diferentes tipos de producción, ya que en ibérico hay diferentes sistemas de producción. Esa herramienta es Ecogan, con unos patrones internacionales, permite comparar los diferentes sistemas de producción, con algunos datos que nos pueden resultar llamativos. Cualquier ciudadano tiene acceso libre a la herramienta. Gracias a la herramienta Ecogan, se ha demostrado a la Comisión Europea que se están reduciendo las emisiones de amoniaco en un 16%, mientras que se mantiene la posibilidad de multa en el caso de los nitratos. Se trata de una herramienta muy avanzada.
Sobre el uso de antibióticos, España consume cuatro veces más que otros países competidores europeos. Únicamente está por detrás en la UE de Chipre y de Italia. Aunque se ha reducido de forma notable, España todavía está en niveles altos. Se pueden poner en marcha determinados medidas de higiene y manejo en las granjas para aumentar las producciones y reducir prácticamente a cero el uso de antibióticos.
Jesús García Sierra
La propia administración es consciente de que la normativa medioambiental recoge unas exigencias demasiado complejas. Un informe de la Comisión Europea encargado a Mario Draghi recoge que se ha ido demasiado lejos con la normativa y afecta a los precios que tienen que asumir los consumidores. Un ejemplo ocurre en Guijuelo, donde la demanda de ibérico es muy alta, debido a que las licencias se han paralizado, se atribuyen al sector porcino cuestiones que no son reales como como la contaminación.
Creo que el sector está sufriendo una gran presión y es algo que no tiene mucho sentido, ya que Europa es un continente eminentemente agrícola y se puede correr el riesgo de aumentar la despoblación en las zonas rurales. Un ejemplo son las plantas de biogás, que podrían ser una solución, pero se tienen presión de pequeños grupos en lugar de escuchar al sector de forma mayoritaria.
La gestión de los purines puede generar tensiones, ya que el agricultor quiere pagar lo menos posible y el ganadero quiere que, al menos, no le cueste dinero. Por esa razón, son interesantes las iniciativas que existen como mediadores, como el consorcio público-privado que funciona en Aragón.
El jamón ibérico tiene una buena percepción por parte de la sociedad, pero quizás no el que debería tener y el que tienen otros productos en otros países. El sector debería dar un paso adelante para que su versión se escuche en la sociedad. La normativa y las administraciones deben entender que cada vez hay más población que alimentar, los censos van en disminución y no se puede depender del suministro futuro de alimentos de otros países.
José Vicente Ronda – Intervención en vídeo
AEVAE es un sistema colectivo de responsabilidad. Puede ayudar a los fabricantes de envases de uso agropecuario y a los usuarios finales, que son los ganaderos, para la correcta gestión de los residuos de envases que se generan tras el uso de productos.
AEVAE surgió en el año 2015 para dar solución a la gestión de envases del sector agrícola, como envases, garrafas… que no fueran fitosanitarios, ya que la normativa decía que el agricultor o ganadero debía contratar a un gestor de residuos y sufragar los gastos. El sector pecuario es un poco particular y los usuarios finales necesitan de una colaboración para que la gestión de esos residuos de envase se realice de forma correcta. Por esa razón, en 2015, un total de 21 empresas decidieron constituir una asociación sin ánimo de lucro. También se creó porque se sabía que las futuras normativas europeas iban a obligar a que todos los envases en el mercado estén bajo un paraguas de un sistema de responsabilidad colectiva. Se recogen toda gestión de envases en explotaciones ganaderas.
Tenemos diferentes modelos de recogida, en función del tipo de producto y del usuario final. En el caso de explotaciones ganaderas, se ofrece a las explotaciones ganaderas que no tengan gestor de residuos que se pueden dar de alta como punto de recogida, en el que sólo se gestionan los residuos de esa explotación ganadera. AEVAE presta servicio a cualquier tipo de envase que se genere. No se trata únicamente de envases primarios, sino secundarios o terciarios, como cajas o palés.
La normativa asigna requisitos al envasador, es decir, a la empresa que envasa un producto y lo pone en el mercado. Si no se puede identificar al envasador, el responsable es la empresa de distribución. Los usuarios de los productos envasados tienen una serie de obligaciones. La principal es que no se pueden adquirir productos sin número de envasador. Como recomendación, es importante conocer el sistema colectivo al que están adheridos los suministradores de envases.
Independientemente de los cambios normativos relacionados con envases en España y en Europa, los residuos de envases de los productos deben tener una correcta gestión y AEVAE ayuda para que se pueda cumplir.