Organizada por Tierras Congresos

El webinar, celebrado el pasado 22 de julio, congregó a casi medio millar de personas que pudieron seguir en directo las intervenciones de los expertos, sobre la evolución y el futuro de la siembra directa y la agricultura de conservación en España.

La revista especializada Tierras Agricultura, con el apoyo de la Asociación Española de Agricultura de Conservación.Suelos Vivos y la ETSIAM-Universidad de Córdoba, organizaron el 22 de julio un interesante webinar en el que se ofrecieron las claves para entender la situación actual y los retos de futuro que tiene la siembra directa en nuestro país.

La jornada online contó con el apoyo de las asociaciones ASALBAC y AGRACON y con el respaldo de las empresas referentes en el sector agrícola nacional como son Bayer, Virkar y Maquinaria Agrícola Solá.

El evento fue presentado por Alejandro de Vega, redactor de la revista Tierras, que se encargó de moderar el coloquio en la parte final del webinar en el que los expertos respondieron a las preguntas que formularon los asistentes a la jornada.

La primera intervención tuvo como protagonista a Emilio Jesús González Sánchez, Secretario General de ECAF (European Conservation Agriculture Federation) y Profesor de la ETSIAM-Universidad de Córdoba. En su presentación comenzó señalando la importancia del suelo en agricultura y dio conocer algunas cifras avaladas por el Parlamento Europeo. Entre ellas, cabe destacar que "más de la mitad de las tierras agrícolas de la UE tienen niveles medio de erosión superiores a los que se pueden reemplazar de forma natural, lo que subraya la necesidad de utilizar técnicas de gestión sostenible del suelo". En este sentido, la misma fuente advierte sobre que el 60-70% de los suelos de la UE son "insalubres" debido a las prácticas de gestión actuales.

González también se refirió al proceso de renovación del herbicida glifosato, cuya licencia de uso expira en 2022. En este caso la novedad más importante hasta el momento es el contenido del informe emitido por el Grupo de Evaluación (AGG) que considera que el glifosato "cumple con los criterios de aprobación establecidos por la CE". El siguiente paso es que la EFSA y la ECHA publiquen su informe en otoño de este año. El experto de la Universidad de Córdoba aludió también al falso mito que, en su opinión, presupone que los agricultores que practican la siembra directa utilizan en mayor medida el glifosato que en el laboreo tradicional, un hecho que no se ajustaría a la realidad en la zona mediterránea en la que se encuentra España, a tenor de los datos que presentó fruto de la encuesta realizada por la ECAF a casi 1.700 agricultores europeos.

Emilio González calificó de “preocupante” la respuesta de los agricultores en la encuesta de la ECAF ante una posible prohibición del glifosato.

Óscar Veroz González, director ejecutivo de la Asociación Española Agricultura de Conservación.Suelos Vivos, puso en contexto la evolución de la siembra directa en España. El aumento de la superficie ha sido constante en los últimos años, extendiéndose en amplias zonas de Castilla y León con el propósito de "innovar frente a la baja rentabilidad de los cereales de secano". En su opinión, el margen de mejora de la superficie de siembra directa en España "es muy elevado". En relación a las cubiertas vegetales, Veroz apuntó al olivar como el cultivo estrella para estas prácticas al representar un 63% en la implantación total de las cubiertas que hay en España actualmente.

En cuanto al rol de la agricultura de conservación en la nueva PAC, el responsable de la AEAC.SV aludió a que esta política "nunca ha apostado de manera decidida por la siembra directa, aunque su planteamiento actual encaja de manera muy adecuada con las ventajas que aporta esta práctica. La agricultura de conservación da respuesta a las prioridades identificadas como más relevantes en el Plan Estratégico nacional de España". En el capítulo de las conclusiones, Óscar Veroz indicó que la inclusión de la siembra directa como ecoesquema en la nueva PAC, "tiene que ofrecer un incentivo lo suficientemente atractivo para aquellos agricultores que no hayan practicado la agricultura de conservación con anterioridad y que tenga en cuenta además sus tres principios básicos relacionados con el no laboreo, la cobertura vegetal del suelo y la rotación de cultivos".

Óscar Veroz analizó, además, la relación entre las ayudas a la adquisición de máquinas de siembra directa y el aumento de superficie de esta práctica de conservación del suelo.

En tercer lugar, la ponencia de Carlos Molina, asesor técnico de Agracon, se tituló: ‘La implantación de la Agricultura de Conservación (AC) en los secanos no es una opción, es una necesidad’. Con esta declaración de intenciones, Molina aseguró que para adaptarse al cambio climático hay que mirar más al suelo y menos al cielo, ‘cosechando agua’ cuando llueve, es decir, aprovechando toda la lluvia con suelo que tenga cubierta vegetal (el suelo desnudo crea costra y no aprovecha bien la lluvia). La AC es necesaria -según el técnico de Agracon- por razones agronómicas y económicas ya que reduce hasta en un 90% la erosión, evita la salinidad del suelo, aporta materia orgánica, aumenta la resistencia a sequía al conservar mejor el agua, aumenta la fertilidad, reduce el coste de los insumos y de las labores, con lo que aumenta la rentabilidad de las parcelas.

Carlos Molina cree que hay que cambiar el paradigma en la AC. Lo importante es el suelo, no la maquinaria; aunque la agricultura digital 4.0 sea el futuro, está convencido de que sin suelo no hay agricultura.

Carlos Molina en un momento de su intervención en el webinar de Siembra Directa, organizado por la revista Tierras.

La última intervención corrió a cargo de Miguel Barnuevo, presidente de Asalbac, con la ponencia: ‘Agricultura de Conservación: 20 años de siembra directa en regadío en Casa Jara’.

Casa Jara es una finca de 150 hectáreas propiedad de Agustín González, que lleva dos décadas sin arar -desde que llegaron las sembradoras de discos-. Barnuevo aseguró producía 14.000 kilos/ha con laboreo convencional y que, ahora, 20 años después, produce 17.000 kilos/ha de media con siembras tempranas. El agricultor calculó que una hectárea de la finca tenía entre 2-2’5 millones de lombrices, que contribuyen de forma determinante a producir materia orgánica en el suelo. De hecho, de media, tiene un 4% de materia orgánica, por 2% en las ficas colindantes de laboreo tradicional.

Miguel Barnuevo reconoció que, después de unos años de siembra directa y picado de los restos de cosecha, una vez han conseguido mejorar la calidad del suelo, en algunas campañas han procedido a retirar algo de paja con el fin de facilitar la siembra de cereal.

Miguel Barnuevo hablando de la portada de Tierras nº 116 (año 2005) con una imagen de la finca Casa Jara de siembra directa en regadío.